14 junio, 2007

Perspectiva sobre el estilo de vida Gestalt

Perspectiva sobre el estilo de vida Gestalt
Jesús Reyes y Reyes

“Ven a decirle al mundo lo que quieres,
te refieres a ti mismo, no al mundo.”
Fritz Perls


El estilo de vida Gestalt surge a través de la Terapia Gestalt, descubierta por Fritz Perls, se centra en el vivir aquí y ahora, el experienciar nuestras propias sensaciones y nuestra interacción con el medio ambiente.

Quiero exponer este tema guiándome en los puntos que reúne el gestáltico chileno Claudio Naranjo, a manera de estructura:

Vivir aquí y Ahora. Comienzo en el aquí con una pregunta: ¿Qué tanto con contactamos con nuestros sentidos? ¿Cómo experiencías el medio ambiente? Es cuando nos contactamos con el exterior, nos damos cuenta de lo que hay allá afuera, llámese el fondo, lo que nos da sentido, estar en contacto con lo bello de la naturaleza, admirando un paisaje es darnos cuenta que somos parte de ello y somos más que decir “Veo el horizonte” y ya. Si estamos en el salón de clases, a la hora de la comida, platicando con la pareja o los amigos, hasta en la larga fila de pago ¡estemos realmente ahí! Realmente, digo mejor, en la realidad.

Algo que nos distingue de las demás especies es la consciencia de la temporalidad, es así como se genera la neurosis; decía Fritz que “la neurosis es una interrupción”, se interrumpe la espontaneidad. Nos angustiamos o nos enfadamos cuando estamos con la mente en asuntos lejos de lo que no experienciamos, no nos concentramos (o nos contactamos) en lo que sucede al momento. Pensamos: “Cuando llegue con ella, si me dice esto yo le voy a contestar así…”. Utilizamos erróneamente el ensayo y salimos perdiendo siempre, alguna parte de nosotros cuando estamos en el allá y el entonces. No respondemos adecuadamente ante la situación real.

Citaba Facundo Cabral a los sabios japoneses: “Tenemos todo el tiempo que hay, si tenemos todo el tiempo que hay por lo tanto, en este momento, está la vida”. Muchos pensadores o teóricos se han centrado más en la realización metódica de las técnicas que en realidad “dejarse ir”. Barry Stevens recalca “No empujes el río, deja que fluya”. Cuando la experiencia fluye a través de nuestros sentidos, cuando no nos preocupamos por estar “aquí y ahora” sino que nos contactamos con nosotros, es entonces cuando la vida, el “darse cuenta” se presenta.

Deja de imaginar cosas. Experimenta lo real. Todos los puntos siguientes son en esencia el “aquí y ahora”. La imaginería o la fantasía acerca de “lo que podría haber pasado” o “podría ser” nos alejan de la verdadera experiencia del momento. Nuestra fantasía da rienda suelta a miles de interpretaciones (angustiantes, fóbicas, obsesivas, etc.) distintas a lo que realmente es. No reaccionamos auténticamente en esta situación pues la vemos con cristales muy distorsionados.

Lo real es solamente lo que ocurre, y cómo nos sentimos ante la situación y qué queremos hacer en respuesta. Cabría preguntarnos: ¿Qué es lo que sucede? ¿Estoy entendiendo bien el mensaje del otro?, siempre hay que retroalimentar al otro: “Veo que quieres decir esto…, veo que te sientes así…”, para captar lo que dice el otro y no distraernos en mal-interpretar (en su sentido literal) la experiencia.

Deja de pensar en cosas innecesarias. Hacemos miles de especulaciones acerca de lo ocurrido, hacemos el allá y el entonces: “Supongo que Martha me envidia por mi nuevo peinado”, “Jorge me ha de odiar por que le gané en el ajedrez”. Nos en gañamos en vez de comprobar, experienciar la ilusión que nos formamos, como si estuviéramos en el desierto y corremos hacia el oasis, para percatarnos que no existe. Sintamos, gustemos, observemos… ¿Realmente existe ese oasis que nos hemos inventado, o sólo es una proyección nuestra?

Expresa. “Nos tragamos el orgullo” solemos decir, ¡pero no tan sólo eso! Todo lo demás lo tragamos, no lo masticamos ni lo digerimos o lo expulsamos. Poco a poco somos una gran bolsa de basura que, tarde o temprano, habrá de reventar de la forma que sea.

Esto tiene que ver con la asertividad o con la sinceridad, como vivimos aquí y ahora (cuidado con las trampas del lenguaje) la sinceridad es decirlo que pensamos en el momento oportuno y de la forma correcta. Imaginemos lo absurdo que es cuando alguien te comenta algo que hiciste el mes pasado, se pierde el comentario y podríamos decir que guardamos más y más basura. Así que ¡Expresemos!

Entrégate igual al placer que al dolor. No limites tu consciencia. En la sociedad de estos tiempos (mejor dicho, la de todos los siglos) se ha formado una cultura de rechazo al dolor y todos aquellos sentimientos “negativos”, paradójicamente acabamos sintiéndonos mal, furiosos, neuróticos, etc.. Esto es como experimentar lo real: ¿Qué tanto nos regalamos el abrazo de alguien, su contacto? ¿Gozamos realmente de los momentos placenteros que van durante nuestra vida?, ahora pues ¿Nos detenemos pera ver qué nos dice el dolor? ¿Aceptamos tanto el dolor como el placer y viceversa? ¿Qué haces con tus sentimientos negativos y positivos? ¿Los evitas? ¿Qué tanto gozas de que se te presenta en la vida?

En cuestión de polaridades ambos aspectos curiosamente van de la mano, no son elementos contrarios: placer-dolor, bien-mal, armonioso-estridente, silencio-voz, etc. Uno le da sentido al otro, no podemos hablar de “mal” si no estuviera el “bien”. Ambos resultan de una integración, pues estos son uno en nosotros mismos.

No aceptes los “deberías de…” ajenos. Sólo nuestros “deberías de…” son válidos, nuestras reglas son las que hemos decidido y por lo tanto vamos a ser responsables de ellas. Yo le llamo a los “deberías de…” ajenos que tenemos internalizados “voces”, por ejemplo cuando hacemos algo y de pronto nos llega ese “deberías de…” ajeno, esa “voz”, porque no es tuyo, piensas: “Oh, mi mamá (hermana, amiga, amigo, etc.) qué me dirá porque hice esto”, hemos cometido una falla ¿Para quién? ¿Para ti o para los demás?

Leía una frase cómica: “La consciencia es esa voz pequeñita, pequeñita que lo hace sentir a uno pequeñito, pequeñito”. Lo que el psicoanálisis llama Superyo, en Gestalt es el Top Dog o “perro de arriba”, y éste difiere del superyo en que el Top Dog es la parte agresiva, asertiva y emprendedora de nuestro ser. El superyo juzga, es así como hacemos “voces” en nuestro ser: Mamá, papá, director, maestro y hasta el mismo psicólogo puede ser “internalizado” para que nos juzgue.

Las preguntas para hacernos aquí son: ¿Hasta dónde quiero ser responsable de las “voces” de los demás? ¿Soy responsable de mis acciones? ¿A quién hago responsable de ellas, seguido? Recordemos que la responsabilidad de la libertad. ¿Qué tanto eres responsable de ti mismo?

Asume la responsabilidad de tus acciones. Como veíamos lo que es el efecto de la responsabilidad sobre nosotros mismos. Cuando aceptamos la responsabilidad sobre nuestros actos la diferenciamos de muchas otras cargas que nos han colocado sin ser nuestras. Queda claro el panorama de lo que es de los demás y de lo que es nuestro por lo tanto podemos sentirnos más nuestros al hacer lo que queremos.

Podríamos preguntarnos: ¿Hasta dónde soy responsable de…? ¿Quiero responsabilizarme de esto? ¿Acepto las consecuencias de hacerlo o no hacerlo?

Acepta ser como eres. No seamos más allá de lo que, en realidad, somos, descubrámonos tal cual somos y aceptémonos. Dicen que amarse a sí mismo es el principio del amor más grande de todos los tiempos. Es verdad, cuando nos amamos nosotros, amamos a los demás, realmente damos lo que tenemos y lo que somos (esto es lo más importante). Si nos aceptamos con nuestras limitaciones podemos sentirnos mejor al saber lo que podemos y hacemos bien y nos sale bien, o también podemos descubrir que no se puede descubrir.

Y me pregunto: ¿Quién soy? ¿Cómo soy? ¿Realmente quiero ser así? ¿Soy como los demás me dicen? ¿Cómo quiero ser? ¿Cómo quiero llegar a ser?


Oración de la Gestalt.
En resumen, Fritz Perls hizo un poema, creo yo que es una integración de lo que implica la Terapia Gestáltica, fuera de ésta, el estilo de vida es evitar la confluencia, confundirme con el otro:

Yo hago lo que hago,
tú haces lo que haces.
No vine a éste mundo a cumplir tus expectativas.
Tú no viniste a cumplir las mías.
Yo soy yo.
Tú eres tú.
Si por suerte nos encontramos,
será maravilloso.
Sino, no tiene remedio.

Fritz Perls

Para concluir, propongo este estilo de vida, como muchos gestálticos han hecho desde siempre, hoy lo hago desde mi perspectiva, invitándolos a SER, a parecerse y ser más ustedes mismos.

Hasta luego.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

GRACIAS ES LO QUE QUIERO DECIRTE.ME SIENTO MEJOR DESPUÉS DE LA LECTURA Y VER QUE PUEDO HACER ALGO CONMIGO PARA SER MAS YO MISMA Y SER MAS FELIZ,RESPONSABLE DE LO MIO Y VIVIRME MAS LIBRE.

Chucho dijo...

Es buneo saber que algo que escribí tiene buena respuesta.

Jesús Reyes